ORACION DE LA MAÑANA PARA TENER EXITO Y PROSPERIDAD EN TODO LO QUE EMPRENDAS

Haz esta oración en la mañana al iniciar el día para que tengas un día lleno de la prosperidad y el éxito de Dios en tu vida. A veces se entiende "prosperidad" únicamente como tranquilidad económica y buenas cifras bancarias. claro, es importante poder cubrir las necesidades básicas y gozar de una sana economía, pero allí no radican la alegría y la abundancia. De nada vale tener muchas posesiones si estamos enfermos, por ejemplo, o si tenemos mala relación con las personas que nos rodean. Para mí, la prosperidad verdadera es la realización integral del ser humano. Es tener la capacidad de disfrutar la vida plenamente y sentir que todas las áreas de la vida están en armonía y fluyendo. Ser prósperos es saber que estamos logrando los objetivos que nos hemos planteado, gozar de relaciones buenas y constructivas, trascender nuestras limitaciones y hacer buen uso de nuestras destrezas y fortalezas. En esta oración pídele a Dios por ese tipo de prosperidad integral: salud, bendiciones, posibilidades financieras, buenas relaciones familiares y todo lo que un ser humano requiere para sentirse contento. No son palabras mágicas que hagan que las oportunidades caigan del cielo, pero sí actúan como medio para que Dios te dé la fuerza en el corazón y la claridad mental para tomar buenas decisiones, firmeza en el pulso para que el timón de la vida no se tuerza y compasión para encontrar soluciones consensuadas en tus relaciones. Estoy seguro que esta reflexión y oración te ayudarán a sentirte mejor, te impulsarán en tus batallas y te abrirán caminos que te realicen como un buen ser humano y un mejor creyente. Ponle la mejor actitud a la vida y verás que pronto conectarás con el poder de Dios en tu corazón y empezarás a ver la vida de forma más optimista. Suplica la ayuda de Dios y muéstrate dispuesto a dar lo mejor de ti para alcanzar las metas soñadas. Dios está contigo y quiere que seas próspero. No olvides que de todo salimos vencedores por aquel que nos amó (Romanos 8,37 y que Dios siempre pelea en tu favor (Exodo 14,14)

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